Sinopsis:
Muchos no me entienden, otros dicen que soy un psicópata, pero yo creo que solo soy diferente a todos ellos, digamos que mis gustos son un poco extravagantes.
Y no entiendo ni siquiera porque me tachan de asesino y en Estados Unidos soy uno de los más buscados; pero la verdad es que jamás me van a terminar de aceptar, pero pensándolo bien ¿cuándo han aceptado con facilidad algo diferente?, nunca, por eso simplemente hay que sonreír y fingir que eres igual de huecos que todos ellos.
Capitulo 3
Saliendo de clases quedamos de ir a un restaurante para pasar algo de tiempo a solas.
-Bueno y… ¿qué me ibas a decir?- le pregunte ya de ida al restaurante.
-Oh, cierto, ya lo había olvidado
-Y bueno…
-Es una pregunta un poco personal, espero no incomodarte
-¿Qué podría incomodarme?- le pregunte mientras pensaba las preguntas que podrían hacerlo “¿Por qué eres un asesino?, ¿Qué onda con la máscara?, ¿Por qué no solo matarlos con un balazo?”
-¿Por…?-dudo pero siguió- ¿Por qué no te has mudado si tu papá te trata mal a ti y a tu mamá?
-Ok, esperaba de todo, menos eso- me puso serio y respondí- Es un poco complicado, mi mamá se aferra a decir que Joe es importante en su vida y que lo ama, no puedo obligarla a irse, pero tampoco soporto la idea de dejarla sola.
-Ósea, que sigues ahí solo por ella
-Exacto
-Es muy lindo de tu parte hacer eso, pero ¿ella no tiene idea del daño que les hace?
-Supongo que no del todo, según ella…-me interrumpió
-Perdón, aquí gira a la izquierda
-Ok
-Según ella ¿qué?
-Amm según ella lo ama pero sé que no es así, es más como un capricho, siente que ya nunca nadie más la va a amar, porque siendo realistas ¿Quién podría amar a alguien que llega al punto de lastimar…?- no pude acabar y me quede petrificado razonando lo que estaba diciendo
-¿Qué pasa?- me pregunto preocupada
-Nada, recordé que tengo que hacer unas cosas para física
-Ok… Es aquí- me dijo señalando un pequeño lugar llamado Spaggetini
-¿Spaggetini, me pregunto que servirán?- dije siendo sarcástico
-Jajaja, que gracioso, me lo agradecerás cuando tomes el primer bocado. ¿Oye?
-Mande
-Te amo
-Adoro cuando lo dices, yo más.
-Una mesa para dos, supongo- nos dijo una mesera a la entrada
-Si, por favor- le respondí sin apartar la vista de Hannah
Nos dirigió a nuestra mesa, nos entregó el menú y se fue.
-Te he dicho lo mucho que adoro tus ojos- comente, de inmediato se puso roja
-Nunca, pero no tienen nada de especial
-Por favor no seas modesta, son los cristales más bellos en los que me he reflejado
-Ok, es lo más romántico que jamás me habían dicho- se tapó la cara con la carta y susurro- Te adoro como no tienes idea
-Creo que el sentimiento es mutuo- nos quedamos en silencio intercambiando miradas coquetas.- ¿Supongo que es mi turno?- dije un poco serio.
-¿Turno? ¿De qué?- pregunto confundida
-De preguntar, no eres la única con dudas
-Ohh cierto, pregunta
-¿Por qué te interesaste en mí?
-Me llamaste la atención, tienes un…-la interrumpió la mesera
-¿Qué van a ordenar?
-Boloñesa, para mí
-Que sean dos
-¿De tomar?
-Un refresco de naranja, por favor
-Para mí de limón
-Ok, son 2 boloñesas y un refresco de naranja y otro de limón-repitió la orden, asentimos- en un minuto se los traigo
-Gracias- voltee a ver a Hannah- ¿En que estábamos?
-Claro, me llamaste la atención, no sé pero tienes algo que me atrajo, y cuando empezamos a hablar me encantaste
-¿Algo?
-Tienes como esa esencia de peligro y ternura a la vez, no se es como el estereotipo de chico malo o algo así…
-¿Peligroso?- si ella lo nota, algunas personas también lo han de notar, ¿alguien sospechara?
-Sí, pero un peligroso bueno
-¿Peligroso bueno? Acaso hay diferencia
- Si, mira eres peligroso y ruso, pero no tanto como para ahuyentar a la gente o ser un busca pleitos
-Jajajaja tomare eso como un cumplido
-Aquí están sus órdenes
-Gracias
Comimos, reímos y después la lleve a su casa, en la puerta le dije:
-Adoro pasar las tardes junto a ti
-No encuentro mejor forma de hacerlo
-Te amo- le di un beso en la frente- ¿paso por ti mañana?
-No
-¿Por?
-Porque es sábado, genio
-Jajajaja cierto, ok te veo el lunes
-Avísame cuando llegues a tu casa
-Ok- nunca me lo había pedido, supongo que significaba que estaba haciendo algo bien
-Te vas con cuidado, te amo
-No es que me moleste, ni mucho menos, pero ¿Por qué te preocupas tanto por mi, son como 3 kilómetros?
-Es que ha habido rumores de que Smile está por atacar y no soportaría que fueras el siguiente
-¿Smile?
-Sí, el asesino, es un sádico mata por diversión, sólo un psicópata lo haría, debe de creerse Dios para tentar así con la vida de las personas- todo eso fue un golpe bajo
-Claro, me cuidare la espalda, tu igual cuídate ¿ok?- me limite a decir
-Por supuesto, háblame ¿si?
-¿Cuándo he roto una promesa?
-Nunca
-Descansa
-Igual
Me subí al coche y de camino a mi casa solo rebotaba por mi mente las palabras “solo un psicópata lo haría”.
Ella también pensaba eso, ni si quiera ella me aceptaría como en realidad soy, creo que ni siquiera explicándoselo, lo entendería, nunca llegaríamos a ser lo que realmente quería que fuéramos.
-¿Y si renuncio a esto por ella?- dije en susurros estacionado afuera de mi casa.
-Amy <3 <3
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